Dia mundial del sindrome Down

Quiero caminar pero no puedo

Quiero caminar pero no puedo 

Mis piernas pesaban demasiado, mis pies no respondían, caminaba y me tambaleaba, cada paso era difícil, era un gran logro mantener el equilibrio, mi hija me acompañaba y me daba fuerza para seguir adelante con palabras como “vamos mami, tú puedes” mientras yo caía…. de repente miré a los niños esforzándose, uno que otro se quedaba parado antes de empezar, sintiéndose con peso extra, tambaleándose y cayendo.

Así fue una mañana de sensibilización, para mí y los compañeros de Maya donde vivimos solo por un momento las dificultades con las que vive un niño con SD (Síndrome de Down), nos pusieron peso extra en los tobillos con una polainas y una mochila también con peso, caminamos entre colchones en donde los pies se hundían, saltamos aros y subimos sillas, era tan complejo,  se escucharon algunos niños diciendo “no puedo”, “que difícil”, “necesito ayuda”, mientras levantaban la mano….el final del ejercicio se veía lejano, “sentí que caminaba sobre gelatina” dijo una niña.

Antes de la experiencia, les leyeron un cuento maravilloso, el de la Tortuga Marian, que es una tortuga rugosa con ojos limpios y tiernos, se asusta cuando el viento sopla y esconde la cabeza y tiene síndrome de down, sus amigos le hicieron un regalo el día de su cumpleaños, le hicieron unas alas mágicas para volar, así la tortuga iría volando a cualquier lugar.

“Fausto es un niño como todos, le gusta tomarse fotos chistosas y él siempre está sonriendo, batalla un poco como la tortuga del cuento, pues hace todo un poco más lento, pero lo hace” contaba su mamá al grupo, mientras enseñaba alguna fotos. “A Fausto le gusta ir con el dentista y abre grande su boca y se queda quieto, también le gusta leer, sí ya lee como en este video” y pasaron un video de Fausto leyendo…”¡ohh!” algunos amigos lo voltearon a ver sorprendidos, uno de ellos le levanto un pulgar arriba y otra amiga de él lo abrazo en ese momento, ¡porque es un gran logro!

Al cierre les preguntaron a todos ¿cómo vivieron la dinámica? algunos dijeron que fue difícil, que no se habían divertido, que tenían un poco de miedo al caer, que no les gustaba tener el peso en sus pies, alguno pensó que era una carrera y lo quiso hacer muy rápido pero se dio cuenta que esa rapidez con que contaba ahora estaba limitada.

 

La historia no acabó ahí, la tarea fue describir lo que habían experimentado en esa mañana de sensibilización, llegaron los mensajes al grupo de whatsapp tan bellos y diferentes, hubo niños que no supieron por qué habían ido a contar su historia, tal vez solo querían compartir, contaron también que Fausto era un niño como todos, que ellos no veían ninguna diferencia, hubo niños que pusieron que estaban orgullosos de su amigo Fausto, que él ocupaba ayuda de vez en cuando y que ellos lo ayudaban, otros sorprendidos les contaron a sus mamás que Fausto ya sabía leer, ¡de verdad!. Compartieron que Fausto ¡hacía mucho esfuerzo, y que hacía mucho ejercicio!. Una mami compartió su experiencia cuando fue a llevar a su hija a cortarle el cabello, ella le dijo a su mamá quiero ir a jugar con ese niño cuando acaben, ese niño es como mi amigo Fausto que es divertido y le gusta la música (refiriéndose a un niño con SD), y así fueron llegando los mensajes de los niños a través de las mamás, mensajes tan bellos de apoyo a la diversidad, porque es a través de estas experiencias como todos en la comunidad crecemos alumnos, padres y maestros.

Gracias por hacerme partícipe de esta experiencia, tengo mi corazón agradecido, no solo por estar ahí, sino por saber que mis Devis (mis hijas) están en una escuela incluyente, que no se sientan mal por ser diferentes, porque los valores y este conocimiento no solo se adquieren en los libros, sino a través de estas experiencias que alimentan nuestro corazón, dándose cuenta que todos somos iguales pero diferentes, y ese es el mejor regalo para hacer de este mundo más humano, amoroso y pleno.

Cynthia Landa Cerecedo
Experiencia del 15 de marzo de 2018

Cambié nombre del niño y lo comparto con permiso de su familia, para promover y sensibilizar a las escuelas y familias, promoviendo la inclusión porque todos somos iguales pero diferentes. 

Este 21 de marzo es el Día Internacional del síndrome de Down

Designado como Día Mundial del Síndrome de Down por la ONU, cuyo objetivo de esta celebración es crear consciencia de la diversidad través de la inclusión.

Una manera divertida de fomentarla es portar calcetines impares, los cuales representan un mensaje de inclusión, es decir, que aunque los calcetines se vean diferentes no dejan de ser calcetines.